Haciendo alarde de su cresta de color rosa, y con una semilla naranja en el pico, un macho de pergolero grande se pavonea entre los fragmentos de vidrio, conchas y otros objetos decorativos. Durante el ritual del cortejo, emite suaves chasquidos o chillidos, mientras el objeto de su deseo lo observa desde el centro de la avenida de la pérgola.



Las «avenidas» que el pergolero grande construye con ramitas sólo sirven para el cortejo y no se usan como nido, al igual que los demás tipos de pérgola. El montón de piedras de la entrada es el escenario de las exhibiciones del macho cuando consigue atraer a una admiradora. Chlamydera Nuchalis

Una alfombra de bellotas conduce a otra pérgola de pergolero pardo. Amblyornis inornatus

Ingeniero ilustre, el pergolero de MacGregor, de Nueva Guinea, puede pasarse semanas construyendo, y años perfeccionando, una torre de hasta dos metros de altura sobre una plataforma circular de musgo. Amblyornis macgregoriae

Fuente: www.nationalgeographyc.com.es
Hermosa la página amo las aves ,el pergolero es un arquitecto maravilloso.Milka
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